"Al pueblo, pan y circo"Nerón

miércoles, 3 de marzo de 2010

¡Cállese y Rece!





(Paráfrasis de mi escrito en Gangrena, opus 005, 13 de noviembre de 2006)
En esta ocasión, me gustaría hablar acerca de un asunto que parece surgido de la Edad Media, pero que, tristemente, predomina en nuestros días: ¿Cuántas veces no nos hemos topado con esas personas que llevan sus creencias religiosas a extremos un tanto severos? Y sí, adivinaste, me refiero al fanatismo.
Todos sabemos que durante aquellos oscuros siglos medievales (que no tenían dragones ni princesas qué rescatar) la religión tenía el control del mundo civilizado, y, como también sabemos, pocas cosas corrompen tanto como el poder. ¿Resultado? Simple: los jerarcas religiosos se aliaron con los monarcas, y se ensañaron con la gente que dominaban, hablándoles de castigos divinos (¿o infernales?), se encargaban de santificar sus cadenas, diciéndoles que todo lo que sufrían en esta vida, en la otra sería recompensado. Y la gente se lo creía, y a la larga crearon el fanatismo religioso (ahí tienen a las Cruzadas y la Inquisición, ¿cuántos inocentes murieron?).
Algo curioso: la Iglesia condenaba a las religiones paganas porque las creía "llenas de supersticiones, amuletos e ídolos), pero, curiosamente, la misma Iglesia fue adoptando aquello que tanto condenó: las figuras, medallas y estampas de santos y vírgenes, la bendición de una casa, auto (o hasta téibol...) no comer carne en Cuaresma, poner al santito de cabeza (para ampliar el tema, puedes ver el infame programa "Cada quien su Santo", donde sólo verás a personas hablando con objetos inanimados) entre otras.
Y una de las peores consecuencias de tanto enajenamiento mental (principalmente en este país), el providencialismo ("a ver qué Dios dice" "pues Dios dirá" "¿Qué cuántos hijos, pues los que el cielo nos mande" (?)) Pobres de nosotros...¿es que no hemos llegado ya a la conclusión de que nuestra vida la manejamos nosotros?
Así, lo único que se ha conseguido es gente mediocre e ignorante, que espera que su vida se la resuelvan sus santitos o su Dios, gente que sataniza a lo que es diferente a lo "normal" y ve al diablo en todas partes (caricaturas, canciones, películas, etc.), gente que gasta su tiempo, dinero y energía en irse a peregrinar a algún templo olvidado de Dios (irónico, eh?) pensando que sus plegarias sobre sus rodillas ensangrentadas de tanto andar valen más que las de un simple mortal que reza en su casa sin mayor congoja, todo esto porque a fin de cuentas, en la otra vida seremos poco más importantes que una estrella de cine, ¿no es así?
Dejemos todo eso, ¿es que acaso hemos venido a esta vida a sufrir? ¿a ser usados por un monton de mentes difusas de una empresa trasnacional disfrazada con sotana (puesto que eso es la religión) para cerrar los ojos a las cosas que son importantes, a los verdaderos problemas del mundo? ¿a condenar a todo lo que es diferente a nosotros? ¿qué caso tiene dejar nuestro destino en manos de seres y potencias que ni siquiera podemos ver(ni comprender muchas veces)?.
Encarguémonos de nuestra vida, que para eso nos ha sido dada.

-aRt-

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